Fin de semana de Surf en Galicia. Surcando olas en el Atlántico
Remo, remo, remo…. tumbada sobre la tabla, enfundada en un traje de neopreno para aguantar la temperatura del agua. Ahí viene, ahí viene,… ¡ahora! Intento mantenerme en pie, lo consigo, un pie, otro,… ¡casi! Como si estuviera en una lavadora con programa de centrifugado llego hasta la orilla, no ha sido esta vez, vuelvo a intentarlo.
Surf en Galicia: surf en la Costa da Morte
Si estás pensando en surf, es correcto, si piensas en California… te equivocas. Estoy en Galicia y soy una ratona surfera por unos días. Donde Atlántico y Cantábrico se unen hay una costa escarpada con acantilados de historias de piratas y un lugar ideal para hacer surf: la costa da Morte.
Hace unas semanas la Escuela de Surf ArtSurf Camp en Razo, me invitó a recibir unas clases para ser una auténtica surf girl. En el momento que pones un pie en la escuela el surf style invade tus sentidos. Los vestuarios, las zonas de descanso de madera, el olor a salitre y arena. Para aprender a hacer surf no hay que tener prisa y el tiempo se detiene en la Escuela ArtSurf.
Lo primero es calzarse el traje de neopreno y familiarizarse con el agua, las olas, la tabla. Después algunos movimientos para intentar mantener el equilibrio sobre ella y replicar en el agua lo aprendido en tierra con el monitor. Parece fácil, pero hay que tomarlo con calma y no dejar de intentarlo porque lo que se siente durante los escasos segundos en los que estás de pie en la tabla es indescriptible.
(Gracias a Carla, de La Maleta de Carla por la foto)
Quieres gritar: soy la reina del mundoooooo, pero ni tiempo te da cuando solo se oye un burbujeo. No importa sabíamos que el primer día no íbamos a ser Keanu Reeves en «le llaman body», ya llegará.
Una buena tabla
Sin olas no hay surf y por eso la Escuela está en Razo, pero sin tabla tampoco. Y en Carballo, uno de los monitores, tiene un taller artesanal de tablas.
Toni pone todo el mimo y cuidado el mundo en la creación de tablas de surf. Esas que servirán para coger miles de olas en la costa gallega, pero también para presumir de una tabla personal, única y made in Galicia, como el surf.