Belmonte de Miranda: Ruta por el corazón de Asturias
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A izquierda y derecha las montañas se van haciendo cada vez más alta. El paisaje se hace más verde y esta vez el sol no deja de brillar, pese a ser mediados de febrero. Estamos entrando en Asturias. Cogemos una carretera comarcal donde a alguien se le olvidó el significado de la línea recta y al lado de la cual se intercalan pequeñas aldeas, horreos y alguna vaca. Nos dirigimos a Belmonte de Miranda.
Belmonte está situado a las puertas del Parque Natural de Somiedo, en Asturias. De modo que, este promete ser un fin de semana de inmersión en la naturaleza y de descanso. Y obviamente, de buena gastronomía, ya sabemos que en Asturias siempre se come bien.
Qué hacer en Belmonte de Miranda:
Si los pinos son los protagonistas de las montañas de Belmonte, el lobo es el animal estrella. Aquí está la Casa del Lobo, un centro de interpretación donde conocer más de cerca al lobo ibérico y cómo vive en Asturias. Hay una ruta guiada de 1,5 km en la que llegarás a una pequeña reserva de lobo ibérico, que cuenta con 3 ejemplares. Aquí podrás mirarles casi directamente a los ojos.
Senderismo. Si estás en buena forma y no como yo en este momento, que estoy embarazada de 6 meses, seguro que disfrutarás haciendo alguna de las muchas rutas que salen desde Belmonte. Estas son algunas de las que me recomendaron.
La Ruta de la Viña de dificultad baja y duración de 1.30h o la Ruta de la Castañal, ésta de dificultad media y de más de 15km.
Tras una jornada de senderismo nada mejor que parar el alguno de los restaurantes del pueblo y comer una buena fabada, acompañada de la típica sidra de la zona y pan de escanda. ¡Este último todo un descubrimiento! La escanda es un cereal de la familia del trigo que actualmente solo se encuentra en algunas regiones de India y en Asturias.
Qué visitar cerca de Belmonte de Miranda:
Belmonte de Miranda, está más o menos en el centro de Asturias, de modo que una vez aquí es fácil llegar a varios lugares interesantes. Te propongo 4 ideas:
1. Somiedo:
A 30 min de Belmonte de Miranda. Siempre que el tiempo acompañe y vayas con la equipación adecuada puedes hacer una de las muchas rutas de trecking que hay en el Parque Natural de Somiedo. Además de paisajes espectaculares y lagos, lo más peculiar de esta ruta son los osos y las brañas, que son unas cabañas de piedra y ramos en las que los pastores se refugiaban.
Parque Natural de Somiedo por Francisco Javier Gil/Shutterstock
2. Grado:
A 30 min de Belmonte de Miranda. A Grado merece la pena acercarse en domingo para aprovechar el día de mercado local. Aquí podrás comprar desde la típica alpargata o zapatilla de estar por casa, hasta el famoso Queso de Afuega’l pitu – queso de leche de vaca de textura pastosa que de los más antiguos y reconocidos de Asturias. Pan de escanda y otros tantos productos 100% asturianos. Eso sí, mejor que vayas temprano porque sus calles se abarrotan fácilmente.
3. Cudillero:
A 1 horas de Belmonte de Miranda. Cudillero es probablemente, el pueblo de pescadores más pintoresco y fotografiado de toda Asturias. Está incrustado en la ladera de una montaña mirando de frente al mar. Paseo por sus estrechas calles, sube a sus miradores y termina comiendo pescado fresco en cualquiera de los restaurantes que tienes a pie de muelle.
4. Oviedo:
A 1 hora de Belmento de Miranda. Si aún no conoces la capital asturiana, Oviedo es parada obligada. Tapear en el mercado del Fontán, tomar una sidra en la plaza del paraguas o simplemente pasear por las calles y parques de esta ciudad señorial es todo un lujo.
Dónde alojarse en Belmonte de Miranda:
Gracias a una colaboración con Club Rural, en Belmonte de Miranda de alojé en el Gran Hotel Rural Cela. Habitaciones acogedoras y un trato familiar fueron las primeras pinceladas de nuestra estancia aquí.
El hotel tiene una amplia carta con comida para celíacos, personas con otras intolerancias o vegetarianos. Las opciones para elegir en el desayuno eran tantas, que resultó imposible no pretender probar de todo un poco! Sin duda, las rosquillas y las magdalenas caseras me conquistaron, estaban deliciosas.
En el Gran Hotel Rural Cela nos sentimos como en casa, Roberto, su dueño nos aconsejó sobre las rutas que se podían hacer en el pueblo y en los alrededores para que sacásemos el máximo provecho a nuestro fin de semana en el corazón de Asturias.